.
Latest News
influenciajuvenil on Facebook

“No puedo hacer que el ministerio de alabanza se supere…”

Posted by Influencia Juvenil on jueves, 22 de octubre de 2009 , under | comentarios (15)



El titulo de este articulo fue la frase que utilizo un amigo pastor hace un tiempo atrás para contar de una situación puntual que los muchachos que llevaban la ministración de la música en su congregación estaban pasando. Esta frase me pareció sincera y a la vez reveladora, ya que, me di cuenta de que esta es la realidad que muchos pastores viven en sus propias congregaciones hoy en día. Saben que necesitan un grupo de personas que ministren la música y que como resultado sean un apoyo al desarrollo de cada reunión, pero no saben muy bien como lograrlo. Tratan de que sus muchachos tengan la capacidad constante de dirigir siempre a la congregación en la dirección que el Espíritu desea, pero es como si fuera por temporada, a veces lo logran, pero otras muchas no. La verdad es que si pensamos en el principio bíblico de la “siembra cosecha” el cual guarda relación con que todo lo que recibimos es producto de lo que hemos hecho en el pasado, sea bueno o sea malo, podríamos decir que tener un grupo de alabanza que cumpla el fin con que se ha formado es producto de lo que hayamos sembrado en ellos. Hace algún tiempo comencé a examinar una realidad que antes no había considerado y es que si un pastor debe estar escudriñando las escrituras y no me refiero tan solo a leer un pasaje, sino al tiempo que debe dedicar a estudiar el significado de palabras, leer comentarios, consultar diccionarios y a todo eso sumarle el tiempo que debe pasar a solas con Dios orando para poder traer algo fresco de parte de Dios a su congregación, como se podría pretender que un grupo de muchachos que por regla general se encuentran en ambientes totalmente alejados de la búsqueda espiritual, como por ejemplo el liceo, la universidad, el trabajo, etc., que apenas consiguen un tiempo para su búsqueda personal en casa, les podamos exigir que tengan un nivel de ministración tan potente como para alcanzar niveles de efectividad equivalentes a casi la mitad del tiempo destinado a cada reunión. El tema de fondo es que se deben proveer tiempos de ministración específicos a nuestros músicos, en donde nosotros mismos como pastores tengamos un tiempo especial y dedicado a ellos un par de veces al mes para orar juntos, compartir una palabra y escuchar inquietudes. Este tiempo podría ser utilizado también para hacer presente lo que a nivel pastoral se espera de ellos en la ministración. Como la idea es hacerlo periódicamente seria aconsejable que el Pastor trabajara con alguien que tenga la capacidad para reemplazarlo en caso de que en alguna ocasión no pudiera asistir.

En caso de que sea una persona que deleguemos, ella debe estar bajo un perfil compatible con la labor asignada, esto es por ejemplo que sea una persona que tenga empatia con los muchachos y una conexión estrecha con lo que el pastor haría en su lugar.

Este último tiempo por providencia de Dios me ha tocado visitar distintas iglesias en donde increíblemente el tipo de problemas con el ministerio de alabanza suelen ser repetitivos, sean congregaciones grandes o pequeñas. Alguno de esos problemas tienen que ver por ejemplo con la falta de sensibilidad al Espíritu para saber cuando tocar más suave, cuando callar o simplemente cuando detenerse. De seguro que si usted que esta leyendo es un pastor sabe perfectamente de lo que hablo. En mas de una ocasión he visto grupos de alabanza eligiendo los cantos a ultima hora o simplemente por lo bien que suenan musicalmente hablando. Para que hablar de los celos entre músicos de distintas congregaciones o quizás los frecuentes problemas con la vanidad y el orgullo, músicos que no son adoradores de Dios sino de la música y del instrumento que ejecutan.

Sin duda Dios quiere cambiar esta realidad de nuestras vidas como músicos y me incluyo pues de cada una de las cosas que he nombrado en alguna oportunidad he sido amonestado por el Espíritu Santo ha cambiarlas. Sin embargo el tema central es cambiar el sistema de colocar una responsabilidad tan importante sobre personas que no están recibiendo la ministración espiritual necesaria. En palabras simples debemos exigir a nuestro ministerio de alabanza en relación a lo que les estamos entregando.

¿Queremos músicos consagrados, sensibles, obedientes, humildes, con una unción fresca en sus vidas? Bueno eso no pasa tan solo por la búsqueda espiritual personal de cada músico, sino que, a eso debe sumársele la ministración pastoral en una forma constante y metódica. Dios anhela ministerios de alabanza que al tocar las primeras notas en un culto hagan fluir su presencia en conjunto con entregar ante su trono lo que su corazón anhela.

Email: pr_davidcastro@hotmail.com